El Gran Cuestionario Impertinente (Epílogo)


- ¿Por qué no se arregla con don Pablo?
- Porque no quiero. Una también tiene su orgullo, doña Rosa.
- ¡Nos ha merengao! ¡Todas tenemos nuestras cosas! Pero lo que yo le digo a usted, Elvirita, y ya sabe que yo siempre quiero para usted lo mejor, es que con don Pablo bien le iba.
- No tanto. Es un tío muy exigente. Y además un baboso. Al final ya lo aborrecía, ¡qué quiere usted! Ya me daba hasta repugnancia.
Doña Rosa pone la dulce voz, la persuasiva voz de los consejos.
- ¡Hay que tener más paciencia, Elvirita! ¡Usted es aún muy niña!
- ¿Usted cree?

(Camilo José Cela, La Colmena)

Ahora que ya ha acabado tanto intrusismo y tanta impertinencia, sólo me queda daros de nuevos las gracias a todos aquellos que habéis participado. Nunca ha habido ningún objetivo que cumplir, con lo cual, ¿por qué no decir que el cuestionario ha sido un éxito? Aún podríamos haber contado con doscientos mil participantes y ninguna respuesta habría sido idéntica. Así que la próxima vez que salgáis a la calle no dejéis de recordaros lo hermosamente extraños que sois. Es un buen motivo para empezar el día con una sonrisa.

Aún queda señalar que parte de la autenticidad de vuestras respuestas se ha perdido al adherirlas al blog. “Entrevisté” a los participantes a través de casi todos los medios posibles; en persona, por Internet, por teléfono; según la disponibilidad. De modo que se han perdido, por ejemplo, los densos silencios de Mara entre una y otra frase, así como el mimo que Vicente ponía en cada una de las palabras, envolviéndolas en su particular ola de dolor y energía, como si cada letra pronunciada pudiera ser la última. Qué decir del insufrible tiempo de espera al que Neu me sometía a cada pregunta, para después contestar con cuatro o cinco palabras (requete-bien pensadas, desde luego).

Pese a todo, algunos de vosotros habéis mostrado mucho entusiasmo ante la oportunidad de participar en la encuesta, lo que no deja de ser sorprendente, pues jamás se os dejó del todo claro para qué servirían vuestras respuestas y nada indicaba que pudiérais obtener algo útil de ellas… es esa clase de altruismo desinteresado el que, en ocasiones, permite la felicidad de otras muchas personas. Aunque no nos demos cuenta. Y es esa la razón por la que me encanta tener vuestros nombres aquí inscritos.

Como ya sabéis, Café Machado agradece ahora y siempre vuestra visita.


MOMENTOS ESTELARES (TÍTULOS DE CRÉDITO)




http://www.youtube.com/watch?v=gEu7fcjgWK0

DEAGOL: “Pienso que todos nacemos con una responsabilidad. No es exactamente una función específica que cumplir, sino una función global, por decirlo de alguna manera. La función es vivir y tratar de contribuir en algo en la vida de los demás”.

VALKYRIE: “Quiero que todos puedan ver el mundo que veo yo; porque es demasiado hermoso como para que se lo quede una sola persona”.

ILITIA: (¿Existe algo llamado alma?) “Por supuesto”.

PABLO: (¿Cómo te relacionas con el lenguaje?) “No entiendo muy bien esta pregunta, soy de bellas artes…”

APONIA: “Estaba subida en la silla del socorrista, fumándome un porro de maría y contemplando la vista. Durante unos cincuenta segundos creí en Dios”.

NEU: (¿Crees en el amor?) “Sí. ¿En qué sentido?”

CHUS: “Soy el hijo de Dios, sé que moriré a los 33 para salvar la humanidad de la desgracia y de Dadá”.

MARA: “Creo que he escogido vivir en esta época. Mi misión es vivir en esta época, con esta gente, en este entorno”.

VICENTE: “Escribo por odio a la humanidad”.

JAUME: “Uno cree en el amor incluso aunque no sepa qué demonios es eso”.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 13)

CAPÍTULO 13

“Un necio no verá el mismo árbol que verá un hombre sabio”. (William Blake)

Freud conocía muy bien los peligros de la idealización. Todos estamos destinados a conocer, día tras día, individuos cuyas virtudes parecen evidenciar silenciosamente a las nuestras. Con el paso del tiempo, adivinamos un perfil que representa todos los aspectos en que nos gustaría mejorar. A veces conocemos a cierta persona que parece corresponderse con ese perfil, y nos enamoramos. O envidiamos. Depende, supongo, de la habilidad con que cada uno conduzca su orgullo. Los participantes de la encuesta se quitan la última prenda que les queda y nos cuentan qué tal manejan el suyo.

¿Qué cosas y/o cualidades despiertan tu admiración?

Dëagol


La perseverancia es una de las cualidades que más valoro. Una persona que es capaz de sobreponerse a cualquier obstáculo y de mirar siempre hacia delante merece mi total respeto y admiración. Luego hay muchas otras cosas que también admiro, pero son aspectos mucho menos profundos.

Valkyrie

El verdadero talento y su desconocimiento. Lo innato que no te vuelve superficial, pedante o, simplemente, un estúpido.

Ilitia

Habría dicho miles de cosas en este apartado un tiempo atrás que no harían más que alimentar lo que muchos dirían. Sin embargo diré que la sinceridad, la gente que no tiene miedo, que valora la vida, que nunca se hunde. Alguien que sonríe aunque los confines de su universo se derrumben por dentro.

Pablo

LA SENSIBILIDAD: La pintura, la literatura, la música y la filosofía.

Aponia

El talento, la capacidad para ser uno mismo sin importar las consecuencias, y que puedas superarme bebiendo.

Neu

La bondad, la generosidad, el carisma, el don de la palabra, la rapidez mental, cualquier tipo de destreza.

Chus

¿De mí, dices? Pues la sinceridad, la humildad, el saber estar, la educación, la objetividad, la paciencia infinita que tengo, el talento artístico, la sociabilidad, el respeto por los demás…
¿De alguien? Pues que se parezca a mí y que tenga dos buenas mamellas, un buen culo, sea guapa, vamos, que no te petrifiques al mirarla, y que le guste cómo soy y le guste tanto como me gusto yo.

Mara

La paciencia y la constancia.

Vicente

El rigor, la paciencia, la curiosidad y la seriedad

Jaume

Admiro, por lo general, a todo aquél que no me recuerde ni lo más remotamente a mí mismo.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 12)

CAPÍTULO 12

“Un héroe es aquél que comprende la responsabilidad que surge de su libertad”. (Bob Dylan)

La vida es un constante balanceo sobre la tirolina: una búsqueda perpetua en pos de un equilibrio que apenas dura quince segundos.

Me pregunto a qué sabrán esos quince segundos para perseguirlos con tanto empeño.

¿Conoces la realización? ¿Te sientes o te has sentido realizado en algún momento de tu vida?

Dëagol


Aún no he alcanzado ese momento en el que sentirme completamente realizado. He vivido muchas cosas, evolucionado y alcanzado pequeños logros, entremezclados con otros pequeños fracasos. Sin embargo, aún me falta mucho para poder asegurar que conozco la realización. Queda mucho por delante.

Valkyrie

Conozco ámbitos de la realización. Pero nunca nada está entero, y si lo está, tienes miedo a romper algo.

Ilitia

Me he sentido realizada muchas veces y en dosis pequeñas. La mayoría de las veces en esos tres campos que adoro como son la música, la pintura y la escritura. Aunque pasado un tiempo me doy cuenta de que nunca he estado satisfecha con hacer algo suficientemente bien. En lo que a lo demás respecta, realizada… creo que aún queda mucho camino. Me gusta pelearme con la vida.

Pablo

Sí. Cada vez que termino un poema y vomito parte de esa angustia me siento tremendamente realizado. Para mí, realizarse es estar bien con uno mismo.

Aponia

No sé si podría llamarle realización. He tenido pequeños momentos de iluminación. El que con mayor frecuencia acude a mi mente fue el del amanecer que contemplé en la playa de Altea durante una fiesta que duró toda la noche. Estaba subida en la silla del socorrista, fumándome un porro de maría y contemplando la vista. Durante unos cincuenta segundos creí en Dios.

Neu

Sí, cuando me he propuesto una meta y la he alcanzado.

Chus

Todas las noches me realizo, al pensar en el bonito día que he pasado. Tío, mi vida la vivo yo, y si soy la hostia, mi vida es la polla; un frenesí de sensaciones. Me masturbo a menudo, ¿algún problema?

Mara

Sí, ha habido momentos concretos en los que he notado que estoy haciendo exactamente lo que tengo que hacer, y precisamente lo noto porque surge de forma natural.

Vicente

En algún momento en el que he estado muy cargado de energía, he llegado a sentir un esplendor absoluto en el que todo parece estar hecho para mí.

Jaume

He llegado a sentirme realizado en pequeños instantes en los que he cumplido aspiraciones que para nada se corresponden con el ámbito artístico, profesional ni económico. La realización para mí consiste en mirar a tu alrededor, reírte con tus amigos y darte cuenta de que todo va bien. Absolutamente todo va bien. Y que no importaría morir en ese preciso instante.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 11)

CAPÍTULO 11

Una palabra adecuada puede ser efectiva, pero ninguna palabra será tan efectiva como una pausa en el momento preciso. (Mark Twain)

Haz que la acción se adecúe a la palabra, y la palabra a la acción. (William Shakespeare)


Lo sabemos de sobra. Un uso correcto del lenguaje puede suponer dos centímetros de ventaja; un traspiés con la lengua puede hacernos perder la carrera. No es de extrañar que todos sintamos un deseo común por mejorar nuestra capacidad de expresión; al mismo tiempo, es una lástima que no existan maestros para otros canales comunicativos, porque las palabras sobran y al mismo tiempo se quedan cortas. Los buenos poetas lo saben demasiado bien: de ahí que a veces digan tanto con tan poco. El lenguaje tiene su ápice de amigo y su apéndice de enemigo; exige, como si de un ser viviente se tratara, esfuerzo y compromiso a la hora de interactuar con él. Y aun en ocasiones resulta tan resbaladizo…

¿Cómo te relacionas con el lenguaje?

Dëagol


El lenguaje es una necesidad del ser humano. Sin éste no habría relación posible, ni siquiera con uno mismo, puesto que para pensar también lo utilizamos.

Valkyrie

Con el lenguaje técnico o pretencioso, de lejos y con cuidado. Con el lenguaje normal… bien, nos toleramos.

Ilitia

Es una relación de amor/odio. No puedo vivir sin él ni él sin mí, pero muchas veces todo está más allá de las palabras, incluso del propio silencio.
Al margen de todo eso, quizás la verborrea sea una de mis virtudes o ventajas.

Pablo

No entiendo muy bien esta pregunta, soy de bellas artes. Pero me gustaría expresarme mejor, tener más cultura, comunicar mejor.

Aponia

Nos llevamos bastante bien.

Neu

El lenguaje es esencial para expresarse, relacionarse y desempeñar las funciones propias de cada cual. Es muy importante para escribir, pero me parece mucho más importante a la hora de estar frente a otra persona.

Chus

Es una relación esporádica, sensual, explosiva y la verdad es que ella se queda exhausta. Al menos no adoro gaviotas de esas… golondrinas, eso, que no me salía.

Mara

Muchas veces de una forma práctica, puramente comunicativa y eficaz en la medida de lo posible. Otras veces, como una sustancia que me liga a otras, ya sean sonidos, texturas, recuerdos… el lenguaje se puede relacionar con el resto de los sentidos, si uno está abierto.

Vicente

De una manera muy, pero que muy conflictiva. A veces, las imágenes y sensaciones, aquello que uno realmente quiere transmitir, son irreductibles. El lenguaje es una fórmula limitada.

Jaume

Fácil: yo procuro darle mimitos, y él me corresponde de igual forma. (Pausa). A veces.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 10)

CAPÍTULO 10

La vida imita al arte más de lo que el arte imita a la vida”. (Oscar Wilde)

Todo individuo siente su particular amor por el arte, y la forma con la que dicho amor se expresa y manifiesta dibuja a veces un mapa psicológico del individuo. El arte vive en perpetuo conflicto con nuestros sentidos, y nuestros sentidos constituyen el sector más natural, invendible y a menudo inaccesible de nuestra personalidad. Sería interesante permitir que nuestros participantes revelaran el suyo.

¿Con qué arte disfrutas más? ¿Por qué?

Dëagol

La literatura. La música y el cine también me hacen disfrutar, pero creo que no hay nada como un buen libro. La lectura te puede transportar a lo más profundo de tu imaginación.

Valkyrie

Con el cine. Me río un montón, y como no escuchas hablar al director, pues no sabes que es un prepotente (sí, solo con ver la foto de los autores de los libros ya se les ve la cara de autosuficiencia).

Ilitia

Con la música, considero que es el arte más visceral y más sutil a la vez. No tan momentáneo como el arte pictórico, ni tan sordo (aunque no por ello deja de ser profundo ni deja de fascinarme). La música llega allá donde no llegan el pincel ni las letras.

Pablo

Con la escritura, es lo más sencillo; un lápiz y un trocito de papel es suficiente para escribir. La poesía concretamente.

Aponia

Como espectadora no puedo decantarme por ningún tipo de arte en particular. Sería como arrancarme un miembro del cuerpo. Pero como artista me decanto por la fotografía, es mejor que un orgasmo.

Neu

Depende del momento. Depende de qué esté sintiendo y tenga ganas de hacer.

Chus

La gente esta moderna de ahora, gente como éste del tiburón en formol y la calavera de diamantes, Damian Hirst. Un chico muy majo que se compra su obra a sí mismo con los colegas para luego revenderla más cara y cotizar asín estupendamente en el mercado. Un chico que cree en sí mismo, un tío con valores, y bohemio y artistazo. Olé tus güevos y tus tiburones, muchacho.

Mara

Depende del día, del momento… no creo que todas las artes sean algo distinto, sino que forman parte de un mismo conjunto. Todas surgen de la misma necesidad.

Vicente

La poesía. Me parece que es el modo más radical de operar o de trabajar en la perfección y la configuración del mundo. Es una forma de arte radical en el que las palabras se utilizan para romper la propia lógica de la representación.

Jaume

Considero que la música es el arte de las artes; a menudo, es la forma artística que precisa de menos filtros intelectuales para ser gozada, la que está más en comunión con la percepción puramente sensorial. Además, por sus cualidades inspiradoras, suele estar también en sintonía con otras artes: el cine depende en numerosas ocasiones de la música, y yo no soy capaz de escribir ni de pintar sin un poco de música de fondo.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 9)

CAPÍTULO 9

Un corazón no servirá de nada hasta que no se vuelva irrompible”. (Frank Morgan- El Mago de Oz).

Yo no creo que el ideal de amor haya cambiado con el tiempo; yo creo que nos hemos obligado a creer que ha cambiado. Que nos hemos acostumbrado a llamarlo de otra forma, escoger con más cuidado las palabras con que nos referimos a él, vestirnos con un Prada de escepticismo que parece más adecuado para las calles del siglo XXI. Que lo que los poetas llevan narrando desde hace ya incontables siglos no ha cambiado, que la necesidad sigue siendo la misma. Y que todos nos lo reconocemos en secreto durante cinco minutos al día. Pero, ¿y vosotros? ¿Qué creéis vosotros? Por algún motivo, me ha dado la sensación de que esta pregunta ha provocado cierto miedo entre los participantes.

¿Crees en el amor?

Dëagol


Por supuesto. Todo lo que hacemos lo hacemos por amor, ya sea hacia alguien o hacia nosotros mismos.

Valkyrie

¿El amor del tipo “te veo y me enamoro?” No. Creo en la dependencia dolorosa hacia una persona, y en la felicidad que te puede proporcionar.

Ilitia

Creo en el amor efímero, en el momento, una noche, una mirada, una sonrisa, una palabra. Pero no creo en el amor épico y eterno que inventó Petrarca. O intento no hacerlo, quizás en ese momento sea mi perdición.

Pablo

Es necesario creer en el amor para vivir y para morir.

Aponia

Por desgracia, sí.

Neu

Sí. (Pausa) ¿En qué sentido? (Risas)

Chus

Firmemente, en el amor propio que siento hacia mí y hacia mi obra. Cuidado conmigo, Café Voltaire, que yo estoy mu loco, que yo hago performances.

Mara

Sí, claro.

Vicente

Más que creer, voy a decir que tengo fé en él.

Jaume

Uno cree en el amor incluso aunque no sepa qué demonios es eso.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 8)

CAPÍTULO 8

No basta con tener una gran mente. Lo importante es aprender a utilizarla”. (René Descartes)

Es fantástico poder vivir en un mundo repleto de preguntas sin respuesta. En ocasiones, el hombre inventa palabras para conceptos incompletos; en otras, lo que se inventa son conceptos que se adecuen a palabras cuya acepción transgrede la barrera del lenguaje. El talento quizá responde a esta segunda categoría. A lo largo de la historia, los artistas han demostrado que no existe un patrón común en el desarrollo creativo. Ellos mismos se han mostrado incapaces de explicar el por qué de su naturaleza poética; aunque, claro está, siempre seremos capaces de elaborar nuestra particular teoría. Aunque no sea suficiente.

¿Qué es el talento?

Dëagol

En el caso de la escritura, la capacidad para saber plasmar tu alma (o personalidad) en un papel.

Valkyrie

El talento es hacer creer a los demás que eres capaz de hacer algo mejor que otros.

Ilitia

Creo que el talento es un añadido a la práctica, es decir, como una fluidez añadida, pero no lo entiendo necesariamente por “talento”. Creo que cualquiera es capaz de hacer cualquier cosa.

Pablo

Algo innato, un don.

Aponia

Un arma de doble filo. Un regalo que te destruye.

Neu

Destacar haciendo algo que normalmente, además, amas hacer.

Chus

Aquí me has pillado. El talento es la gran excusa del arte moderno. Yo es que soy artista y mi discurso versa sobre la pérdida de la identidad, ¿sabes? Mira, lo único que sé es que no eres capaz de dibujar una puñetera manzana o un jodido botijo, no me vengas con chorradas, ¿quién te crees, Jackson Pollock? Venga hombre, dibuja y cuando aprendas a dibujar y pintar hablamos de perder la identidad y demás memeces performativas.

Mara

Para mí el talento está ligado al deber, a la presión externa, a la obligación. Creo que el talento no es algo que esté presente en uno de forma innata, sino que el entorno te lo adjudica.

Vicente

El talento es una suerte de dictado que no se sabe de dónde procede ni adónde va. Te conduce a la realización de cosas, a la acción; culmina en la realización de algún producto.

Jaume

Un cuarto de misterio y tres cuartas partes de constancia.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 7)

CAPÍTULO 7

" Tal vez aprender a manejar la máquina del atrevimiento, para viajar instantáneamente a los límites de la vida inmediata, para fundar de vez en cuando un breve paraíso sin porvenir ni pasado, sin el doble chantaje de la nostalgia y del miedo. " (Orson Welles – La máquina del tiempo)

Es obvio que nunca pudiste escoger. Tu ola rompió aquí, ahora; todo cuanto descansa atrás o espera delante no es más que idealización, esperanza, misterio. Del mismo modo en que no puede existir una concepción única del presente, no existe una idea única del pasado: cuando un individuo examina la historia, no puede hacerlo si no es a través de su propio filtro. A menudo no aprendemos del pasado: nos limitamos a explotar cuanto nos interesa de él. Aun así…

De poder escoger, ¿te hubiera gustado vivir en alguna época histórica en concreto? ¿Por qué?

Dëagol


Me es indiferente. Todas las épocas históricas tienen sus partes positivas y sus partes negativas.

Valkyrie

No. Porque, de todas formas, no habría sabido apreciar el romanticismo del pasado si hubiese sido presente.

Ilitia

Pues supongo que en los 50 porque mi pelo se llevaba y fumar estaba menos mal visto. Hablando ahora en serio, supongo que me atraen varias épocas. Me atrae mucho la época del romanticismo, ya siglos atrás. Los 50, como antes decía, los 60 por su estallido de libertad y color y los 80 por su música.

Pablo

Sí. A finales del siglo XVIII, en el Romanticismo.

Aponia

Mataría por haber podido vivir mi juventud en los 70, pero no en España. ¿Las razones? Sexo, drogas y rock and roll.

Neu

Ninguna en concreto; toda la historia me parece interesante.

Chus

Dicen que cualquier época pasada fue mejor, pero mira, hace 2000 años que pasé por aquí y tampoco han cambiado tanto las cosas. Quizá viviría principios de siglo XX, sólo por el placer de hacerme amigo de Duchamp y calzarle una ostia a tiempo, que quita mucha tontería. ¿Qué mierda es eso del "Aire de París"? Bueno, como os expliquen esa gran obra llamada el "Gran Vidrio"... para cagarse.

Mara

Yo creo que he escogido vivir en esta época. Mi misión es vivir en esta época, con esta gente, en este entorno.

Vicente

No. Y si tuviera que escoger sin remedio, el pleistoceno.

Jaume

Tenemos de todo y nos falta de todo. Creo que cualquier época se idenfitica con este rasgo. Aún así, a veces pienso en la batalla de las Termópilas, y...

El Gran Cuestionario Impertinente (parte 6)

CAPÍTULO 6




“No podemos bañarnos dos veces en el mismo río”. (Heráclito de Efeso)

La ley del constante cambio es lo que hace posible la consistencia de nuestro mundo. La inacción está muy cerca de la muerte. A lo largo de nuestro camino, toda clase de resortes activarán distintas respuestas por nuestra parte; los más interesantes son aquellos que producen un cambio definitivo en nosotros. Más interesante todavía es apercibirse de que es imposible evitarlos, y aun a veces buscamos incesantemente un resorte en concreto para toparnos con otro totalmente diferente… en muchos aspectos, la evolución escapa a nuestro control. En este caso, la ley común se invierte: no se trata del camino, sino de los resultados.


¿Consideras que has evolucionado como individuo en los últimos cuatro o cinco años? Si es así, ¿en qué sentido y bajo qué razón?

Dëagol


Todos evolucionamos con el paso del tiempo, para bien o para mal.

Valkyrie

Por supuesto, ahora sé insultar de forma sutil e hiriente, así como fingir. También se vuelve una esclava de sí misma, necesidades de la sociedad del bienestar (una aburrida).

Ilitia

En los últimos años se puede decir que he experimentado las sensaciones más extremas. Mi entrada en la edad adulta ha sido turbulenta, pero me ha hecho un témpano emocionalmente para algunos aspectos de la vida. He aprendido que nadie tiene por qué esperar a que venga alguien a pedirle perdón por su mala suerte, que muchas veces tocando el fondo del precipicio se sube mucho más alto.

Pablo

Sí, pero muy poco. Lo más importante en la vida es el amor y lo que ello conlleva y en este aspecto he vivido o sufrido cambios importantes que me han hecho cambiar (de forma negativa) respecto a este tema. La incertidumbre de que todo puede terminar en el momento más maravilloso o que puedes ser traicionado por la persona a la que te has entregado.
El dolor que se experimenta en esos casos te hace cambiar.

Aponia

Claro que he evolucionado, sería antinatural no hacerlo. Pero creo que cada uno evoluciona o crece a su manera. En mi caso, lo he hecho a base de hostias, pero considero que no hay mayor sabiduría adquirida que la de tus propios errores. Concretamente he evolucionado para convertirme en alguien más escéptico, neurótico y alocado (en ocasiones en exceso) y no sé si realmente a eso se le llama madurar o si yo decrezco.

Neu

Sí, mediante el conocimiento y la experiencia. Las razones han sido la propia razón de ser; por ser y existir.

Chus

La evolución déjala para Darwin, yo, con mi Senda de Oro salvaré a la humanidad. Ese es mi destino, la Senda de Oro de Leto Atreides, mientras el mundo va de un sitio a otro yo continuo firmemente en una línea recta, llámalo evolucionar si quieres.

Mara

Sí, he evolucionado. El problema es que yo únicamente creo en el cambio superficial; el alma es inmóvil. Lo que cambian son las costumbres, la forma de actuar, los ojos... la naturaleza propia raramente cambia.

Vicente

Estoy en ello en cuanto a la superación de ciertos medios que me impulsaban en un sentido interior. Considero que estoy pasando de una mera contemplación a una participación un tanto más activa.

Jaume

Creo que la cuestión no es reflexionar sobre si se ha evolucionado o no; eso siempre ocurre incluso aunque uno intente que suceda la contrario. Lo que uno debe preguntarse es si ha evolucionado para bien o para mal, y esa es siempre una pregunta de difícil respuesta. Creo que he aprendido con el tiempo a ejercer un mayor control sobre mí mismo y lo que me rodea, ¿pero quién sabe siquiera si esto es positivo?

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 5)

CAPÍTULO 5

“Hoy estarás conmigo en el paraíso”. (La Biblia)

El Siglo de las Luces inició un largo y perentorio camino, quién sabe si ascendente o descendente, hacia el escepticismo. La ciencia sembró la base del racionalismo; con el tiempo, la publicidad y los medios de comunicación empezaron a reemplazar unos Dioses por otros. La espiritualidad no ha muerto, pero se ha convertido sin duda en algo distinto; parece que el tiempo empieza a darle la razón a Albert Camus. Sin embargo, y a juzgar por algunas de las respuestas recibidas, cualquiera diría que aún nos negamos a sucumbir: seguimos siendo incapaces de vivir creyendo únicamente en lo que perciben nuestros sentidos. A mi parecer, la siguiente pregunta del cuestionario es una de las que más respuestas interesantes, y también dispares, ha generado.

¿Existe algo llamado alma?

Dëagol

Creo que no, al menos en el significado propio de la palabra. Sí si lo entendemos como algo que refleja o define la personalidad de cada persona.

Valkyrie

Existe algo llamado cerebro, moral, ética… y todo eso lo guardas en un bote en el que pones la etiqueta que quieres.

Ilitia

Por supuesto.

Pablo

Sí. Para mí es lo que nos hace ser humanos, el motivo por el que escribimos y/o creamos.

Aponia

Últimamente digo que no, que estamos vacíos, que no hay nada dentro más que vísceras y sustancias, pero la putada es que en el fondo creo que sí.

Neu

Nosotros seguiremos llamándole alma aunque forme parte del cuerpo, de la materia.

Chus

El alma. Qué difícil respuesta. Si con alma te refieres a la empresa que montó mi padre hace un par de milenios, pues quizá. Creo que si el alma existe o preexiste sólo somos meras copias de seguridad, ¿no? El alma es el ego de cada uno, es el requesón del onanismo intelectualoide bohemio. El alma es el cáncer del arte.

Mara

Sí, pero las palabras acotan lo que yo entiendo por alma.

Vicente

Existe, pero es algo que continuamente espera un nuevo traje, cambia de nombre, muta… porque odia su propia caducidad. Absolutamente todo existe, aunque sea bajo otras fórmulas o distintos nombres.

Jaume

Existe una necesidad inherente a la civilización que la obliga a creer en la existencia del alma; quizá porque la civilización entiende que la esperanza, la emoción y el sentido mismo de la vida se mide con dicha alma. Esta necesidad, no sé si para bien o para mal, empieza a convertirse en anacronismo. En fin, juro por mi alma que no sé qué contestar.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 4)

CAPÍTULO 4

“Un hombre que osa desperdiciar una hora de su vida no ha descubierto el verdadero valor de la misma.” (Charles Darwin)

¿Por qué estás aquí? Como ser humano que eres, te cuesta aceptar la noción de ser un mero producto de la biología y la casualidad, ¿cierto? Ya sea en un sentido social, artístico o espiritual, tu propia naturaleza te obliga de vez en cuando a explorar el cómo, el por qué, el para qué. Vives irremediablemente nutrido de una proyección de futuro en la que se dibuja aquello en que esperas verte convertido. De alguna forma, estamos corrompidos por el hambre del objetivo, ya sea este más o menos ambicioso. ¿Estás de acuerdo con esto?

¿Sientes haber nacido con alguna responsabilidad ineludible, alguna función que cumplir?

Dëagol


Pienso que todos nacemos con una responsabilidad. No es exactamente una función específica que cumplir, sino una función global, por decirlo de alguna manera. La función es vivir y tratar de contribuir en algo en la vida de los demás.

Valkyrie

¿es poco la responsabilidad de vivir (dignamente)?

Ilitia

Concienciar, sugestionar la conciencia humana, transmitir algo con total exactitud tal cual se refleja en mi mente en otra persona, mostrar todo aquello que muchas veces los demás no pueden ver. Por otra parte, ayudar y hacer feliz a quien no lo es. Siempre.

Pablo

No, para nada.

Aponia

Siento la responsabilidad de ser artista y como tal he nacido para comunicar, aunque no siempre la gente está dispuesta a asumir el mensaje que brindamos.

Neu

La de hacer bien.

Chus

Soy el hijo de Dios, sé que moriré a los 33 para salvar a la humanidad de la desgracia y de Dadá.

Mara

Sí, pero todavía estoy buscando dicha función… algunas veces creo haberla encontrado por la noche, en mis sueños.

Vicente.

Sí. Atender a todo lo que se te pone enfrente. Atender en términos de conflicto, de contacto, de comunicación… interactuar con mi entorno. No estoy seguro de todas maneras, pero creo que esa es mi función.

Jaume

Si existe realmente un creador, creo que se conforma con que todos respondamos a la responsabilidad de vivir. A partir de ahí, y por terrible que suene, todo queda a la elección de cada uno.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 3)


CAPÍTULO 3

“Ciertos recuerdos son como amigos comunes, deben saber hacer reconciliaciones.” (Marcel Proust)

Existe un momento mágico en la vida del ser humano en el que la memoria, sin más, despierta. La compleja maquinaria del cerebro empieza a comprender los mecanismos del tiempo. Una vez que somos capaces de distinguir lo que ya ha sucedido de lo que está sucediendo, nos embarcarmos también en el aprendizaje y la comprensión de otros rasgos inherentes al pensamiento: el deseo, la hipótesis, el cálculo, la organización. Hay quien dice recordarse a sí mismo en la cuna, aun sin poder distinguir si es un verdadero recuerdo o tan sólo un sueño. La pregunta estaba llamada a desvelar uno de los aspectos más enigmáticos de nuestra raza: el amanecer de la memoria.

¿Qué es lo primero que recuerdas en tu vida?

Dëagol


No sabría decir cuál es el primer recuerdo de mi vida. Recuerdo muchas cosas de cuando era niño, pero no estoy seguro de cuál es la primera en el tiempo. Quizá la causa de mi cicatriz en el labio superior, una caída en el colegio cuando aún era un párvulo.

Valkyrie

Probablemente aprender a andar. Por un pasillo muy estrecho y un suelo de tablas de maderas que arañaban los pies.

Ilitia

Un campo con mucha luz, los primeros despuntes de un sol de invierno que empieza a ser cálido. Margaritas, muchas margaritas.

Pablo

Que nací dormido y mi madre creía que estaba muerto, y las campanas de la iglesia de mi pueblo repicando.

Aponia

Con tres años lloraba porque me apenaba que mi padre no supiera dibujar.

Neu

No lo sé con seguridad; que me caí de un castillo y estaba sola.

Chus

Desgraciadamente no recuerdo cuando estaba enganchado a la teta de mi madre, los primeros recuerdos nítidos se remontan poco más que a Barcelona ’92 con el espectáculo de la Fira dels Baus.

Mara

Lo primero que creo recordar es pincharme con un cactus.

Vicente

La altura de la puerta de la guardería, una puerta altísima… vista desde abajo, se me hacía inalcanzable.

Jaume

Valladolid. Mi yo de tres años tratando de dar de comer a las palomas. Las largas piernas de mi padre moviéndose a mi lado. “¡Deja que se te acerquen!”, decía. “¡No tengas miedo!”.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 2)

CAPÍTULO 2

"Hoy
conocí a un genio en el tren
como de seis años de edad;
se sentó a mi lado y,
mientras el tren
corría por la costa,
llegamos al océano.
el niño me miró y me dijo:
el mar no es nada bonito.

fue la primera vez
que me di cuenta
de ello. "

(Charles Bukowsky).

No se trata de lo que es, sino de lo que nos parece que es. La bendición egocéntrica nos da el derecho de escoger, categorizar, sublimar si nos apetece; ver magia y espectáculo donde nadie parece ver nada, o tal vez no ver nada allá donde todos parecen embobarse gratuitamente. Nadie nos enseña nunca qué es la admiración; es un estímulo al que responde todo nuestro aprendizaje y nuestra concepción de la humanidad. Veamos qué idea tienen nuestros participantes respecto a la genialidad, y si acaso pueden decir que han tenido el placer de charlar con ella.

¿Has conocido alguna vez a un verdadero genio?

Dëagol


Nunca he conocido a nadie infalible, aunque sí a mucha gente a la que he admirado y admiro. Sonará a tópico, pero mi padre es una de las personas a las que más admiro, aunque no sea un genio.

Valkyrie

Verdadero genio, ¿entendiendo que existen los genios falsos? Bueno, supongo que no, nadie es un genio en todo. Así que cada uno es genio en su materia (unos más que otros).

Ilitia

Es difícil poner la delimitación para decir que una persona es una genialidad o deja de serlo; pese a ello, entiendo que el concepto es de libre asignación. Por tanto y a mi parecer, si tuviera que decir que he conocido a un genio, ese sería mi hermano. Más que conocerle, tuve el placer de no conocerle puesto que está en mí desde que tengo memoria.

Mi hermano siempre cubrió todas las carencias que tuve yo y muchas veces superó todas mis virtudes mientras montaba y desmontaba ordenadores en su tiempo libre o ganaba olimpiadas de matemáticas por accidente. Hijo de una profesora de matemáticas y un padre licenciado en derecho y dirección y administración de empresas, se convirtió en un gaso de eugenesia grave.

Pablo

En mi definición de genio entra la persona que no sabe que posee un don y no alardea de ello, que no tiene privilegios ni un ego desmedido. Un genio que no sabe que es un genio, y bajo esa definición he conocido a uno: Sara Font. Te sonará más por Aponia.

Aponia

Sí. Siempre he tenido la fortuna de estar rodeada de gente con muchísimo talento.

Neu

He creído conocer a alguien que destacaba por encima de todos los demás.

Chus

Evidentemente, yo. Bunbury y Loquillo tienen mucho ego, mucho; también Picasso, Duchamp, pero el único genio soy yo, ¿para qué me preguntas? Eh, no, aquí las preguntas las hago yo. ¿Qué vas, de poli malo? Pff. Uhh nena uuuuh. Soy un tipo humilde, pero realista. Soy un genio, soy Dalí.

Mara

Creo que no. Es una respuesta pesimista, pero creo que no.

Vicente

No si por genio entendemos a alguien dotado con la capacidad de producir obras sin sospechar que nadie las superará jamás a nivel de historia o grandeza. No, no he conocido a ninguno.

Jaume

Sí, y se trata del que fue mi mejor amigo durante gran parte de la adolescencia. Lo que le convertía en un genio era su capacidad para sembrar su genialidad a lo largo de cuantos campos y menesteres quisiera. Es la única persona de quien podría decir, sin que se me escapara la risa, que es capaz de hacer absolutamente cuanto se proponga, por no mencionar que además es un tipo encantador.

El Gran Cuestionario Impertinente (Parte 1)

Tan callado y tan parlanchín, tan lacónico y tan extrovertido, tan reflexivo y tan visceral, tan hermoso y tan deleznable, tan despierto y tan soñador, tan transparente y tan misterioso… ¿cómo eres realmente? ¿Por qué te empeñas en confundirme adoptando tan diversas formas, vertiéndote en tan distintos cuerpos a lo largo y ancho de mi universo externo? ¿Qué te ha hecho tan diferente a ti que, aun viendo y percibiendo lo mismo que yo, lo comprendes de una forma completamente distinta?

En un principio pensé en muchas más personas para este experimento, pero sólo han podido o querido contestar algunas. Doy de nuevo las gracias a quienes no han temido enfrentarse a este impertinente cuestionario. Ojalá las respuestas brindadas, comparadas con las del resto de participantes, den una pequeña muestra de esa extraña pluralidad que segrega y a la vez embellece al género humano.

Quizá todo haya sido una excusa para aproximarme un poco más a vuestro auténtico yo. Ya sabéis de mi pasión por violar fronteras. Sólo puedo daros las gracias por no desvirtuar vuestra honestidad. ¡Ojalá no lo hagáis nunca!

Dëagol (El uno por cien), Valkyrie (Los suspiros de la libélula), Ilitia (El relente del silencio), Pablo Llorente (Eyaculaciones), Aponia (Régimen hematofílico), Neu (El gran fuego central), Chus (La chustería), Mara (sacar al perro) y mis compañeros Vicente Perpiñà y Jaume Martínez-Carrasco son los responsables de esta patochada literaria. Para evitar sobrecargas, publicaremos los resultados de la encuesta por entregas, a razón de una pregunta por capítulo. Disfrutadla.

CAPÍTULO 1

“Mi psicoanalista es mi máquina de escribir” (Ernest Hemingway)

Tantos individuos sujetos a la tentación de agarrar un lápiz y un papel, tantos motivos inclasificables, tantos objetivos diferentes, tantas formas de entender el por qué del acto en sí mismo. Ya está bien de reservarnos el secreto para nosotros mismos. Mirémonos al espejo durante unos segundos y digamos en voz alta qué es lo que nos impulsa a transmutar nuestro coleto en palabra escrita.

Dëagol

Siempre me he sentido cómodo escribiendo, especialmente cuando he estado con la inspiración. De hecho, es la palabra escrita la forma de periodismo que me interesa desde hace años. Escribir, cuando te gusta lo que escribes (no en el fondo, sino en la forma), es algo que llena, o al menos es algo que a mí me llena.

Valkyrie

Me pregunto a mí misma por qué me gusta tanto escribir si ni siquiera soy capaz de seguir un hilo argumental y salirme de mi vida.
No necesito que me lo pregunten otros, porque yo sola no comprendo de forma racional este desorden artístico que me degrada a mera fanática de las letras ordenadas de forma que queden bonitas a la vista y al tacto.
Pero, cada vez que alguien dice sentir lo que sentía yo al escribir, cada vez que alguien dice sentirse mejor, indentificado, siente aprender.
Entonces sé cuál es mi motivo egoísta.
Y es que quiero que todos puedan ver el mundo que veo yo; porque es demasiado hermoso para que se lo quede una sola persona.

Ilitia

Escribo porque la realidad nos influye demasiado a determinadas personas. Nos vamos llenando de ella hasta tal punto en que no queda más remedio que esa copa desborde y nos ensuciemos con el cáliz. Por eso escribir es el modo más sencillo de transmitir (puesto que escribir sabemos todos), pero a la vez transmite de una forma más impura, muchas veces errando. Al contrario que con una canción o un cuadro.

Pablo

Por necesidad, pura necesidad; para contrarrestar el malestar o el pesar a causa de mi carácter pesimista.

Aponia

Me lo pide el cuerpo.

Neu

Escribo para no olvidar.

Chus

Escribo porque me gusta dármelas de entendido y sabelotodo para ligarme a alguna que otra incauta.

Mara

Muchas veces lo hago para ordenarme. No me refiero a organizarme, sino a darme órdenes. También lo hago para saber qué es lo que mi propia letra tiene que decirme.

Vicente

Escribo por odio a la humanidad, por hacer algo distinto a lo que ya hay.

Jaume

El impulso proviene desde mi propia infancia y jamás he querido pedirle razones. Todo cuanto puedo decir es que me siento mejor al escribir porque siento estar aproximándome a mi ideal de realización. Disfruto mucho haciéndolo, y disfruto mucho adjudicando tiempo y esfuerzo a la creación de un texto que traduzca en papel lo que yo quería transmitir. Por si fuera poco, es lo único que sé hacer bien.

Time & Space Defragmentation 3

La taza y el ordenador están más próximos y por tanto brillan de nitidez, pero de ti sólo tengo un recipiente difuso, borrado por la misma espátula una y otra vez. Seguiría sin verte tal cual eres aunque enfocara mejor: sostienes entre tres dedos (ahora dos) un fino cilindro que humea por todo el tiempo que has decidido no dedicarte a ti misma. Por la ventana nunca se verá nada (ayer tampoco), pero insistes en dominarla, abandonarte al marco de silencio al que te arroja; cielo, ciudad, horizonte, un infinito en el que dormir la mirada. Cada día pareces reclamar un minuto semejante, esculturizándote sin saberlo, dejando que un arcoiris se derrita a lo largo de una fantástica autopista de partículas: el rojo de una sangre dócil en el filo de los dedos, el castaño de un roble anciano y húmedo derramándose desde las sienes a los hombros, y todavía una pulsera en la muñeca en la que circula un apéndice de amarillo, otro verde, violeta; siempre estridentes sobre una piel del norte. Sé que no percibirías lo mismo que yo si te miraras al espejo, y aun el objetivo de la cámara diluye, y aún el lápiz deforma; pero me he pasado buena parte de la vida intentando ajustar cuentas con la Belleza, frente a frente, y ahora…



No Country for Old Men

Había una chica muy joven en el asiento de al lado. A la altura de Santocildes subió una señora de más o menos mi edad. La chica a mi lado le ofreció el asiento. Me recordó a la hija de Alfonso, por la voz y los ademanes. El caso es que creo que hacía bastante tiempo que no veía algo así. Eso pensé. Y me di cuenta del tiempo que llevo ya en esta edad en la que los buenos viejos tiempos son algo más que un recuerdo. Se convierten en el hijo que te gustaría tener y enseñar. Algo así. Lo que pasa es que veo a mi alrededor muchas cosas que no entiendo del todo, y bueno, supongo que eso me hace sentir un poco solo. Al principio era sólo un pensamiento que se me venía a la cabeza de vez en cuando, pero ahora es como si supiera que va sonar el despertador y yo me voy a levantar de la cama sabiendo que el día va a ser una lucha constante contra eso.
No sabía si hablarle de esto a Dolores. Eso también me desconcertaba. Son la clase de cosas que a uno le hacen pensar si estará del todo bien de la cabeza. Pero me nacía más comentárselo a mi hijo, aunque mi hijo siempre está fuera. Si acaso a Rafael, que me conoce de siempre, o a Gerardo, porque Gerardo es la única persona que yo haya conocido que tenga siempre una respuesta. Que no tendrá por qué ser una gran respuesta, pero la tiene. Lo malo es que Gerardo da cada vez más muestras de estar envejeciendo mal. Si es que alguien envejece bien. La verdad, a veces me asusta pensar que saldré de este mundo sin haber hecho gran cosa, sin haber cambiado nada. A veces echo la vista atrás y todo lo que veo es una línea recta, como si ya estuviera decidido todo lo que yo tenía que hacer. Y eso que de joven sólo quería estar donde estoy yo ahora. No sé si chocheo. Pero me asusta igualmente.
Al final se lo conté. Dijo que era lógico que alguien como yo pasara por algo así. Pero ella cree que la he hecho feliz durante décadas, y he hecho posible que mis hijos lo sean. Eso es mi “gran cosa”. Eso, y que he pasado por el mundo sin hacerle la puñeta a nadie. Lo que me asusta también es que se hable de tu vida como algo que ya se ha acabado. Dolores lo hizo sin darse cuenta. En verdad yo soy el primero que a veces lo hace sin darse cuenta.
Pasé por la Seguridad Social para tramitar mi jubilación. Era raro estar en esa oficina. Uno espera 65 años de vida hasta llegar, pero allí me sentía como si no fuera más que a cambiar una tuerca, como llevo décadas haciendo en el taller. El hombre que tenía turno antes que yo me habló de su trabajo y de su familia. La hija mayor, me dijo, se había ido a Alemania porque llevaba seis años sin encontrar trabajo de lo suyo. De ahí pasó a hablar de las noticias. Me contó lo del plan del gobierno para retrasar dos años más la jubilación. Para paliar la crisis. Al hombre le gustaba mucho leer el periódico. Me contó después otra noticia. Que un chico se había suicidado porque en el instituto todos le hacían la vida imposible. Y a mí me dio como que algo no cuadraba. Porque hemos atravesado una dictadura y, en fin, tiempos en los que esa palabra no daba el miedo que parece dar ahora. Recuerdo compartir comida con los vecinos, mi madre preparando sopa para diez personas, y yo comprando seis o siete barras de pan diarias. Pero no recuerdo que nadie en mi colegio se suicidara. Esa clase de cosas hoy pasan como desapercibidas. Las puedes decir en voz alta. Y sí, la gente se afecta, pero luego notas que están acostumbrados. Que es lo que se esperaba, por feo que suene.
Me doy cuenta en el bar de Carmen los domingos por la tarde. Llevo muchos años yendo allí, aunque cada vez somos menos. Y raro es que Carmen siga aquí, ahora parece que todos los bares los tienen que llevar chinos. Me sorprenden todavía los chavales que a veces entran hablando a gritos, como si no hubiera Dios. Pero no me apetece hablar de eso; en verdad puedo llegar a ponerme muy pesado. Cuando Carmen sube el volumen de la tele, le presto atención a las noticias. Cosa que no suelo hacer. Pero es para que a uno le hierva la sangre. Que si uno mata a puñaladas a su mujer tras discutir por la comunión de la hija. Una chica se suicida porque sus padres no le dejan ir a un concierto. Unas feministas incendian una iglesia. Y luego, fútbol durante veinte minutos. Y sale un joven que gana en un año más de lo que yo he ganado en toda mi vida, y ahí mismo, delante de todo el país, dice que no está agusto y que no piensa seguir jugando. Luego de ver las noticias me parece que entiendo un poco mejor las cosas que pasan. Y lo que me pasa a mí. Me deja un poco más tranquilo. Al menos por un rato.

XXIV

Siempre es más suave
lidiar con una verdad
que con un fantasma.

Cuando empezó, al menos
sabía a qué me enfrentaba.

Mas no sé dónde mirar
(qué hacen los demás)
cuando se trata de escoger
nostalgia o lucha.
Lo imposible asoma
en ambos vértices.

No deja de ser curioso
que ahora, sin verte,
sé que eres mejor amante.
Tu cuerpo, más ágil.
Tu sueño (al fin),
profundo.

Y mi espíritu,
débil como nunca
porque sabe olvidar;
ahora son los sueños,
ayer la ciudad.
Cada amanecer barre
otro cadáver
de las sábanas.

Los deseos, en fin,
aún vivos
porque lo dice el cuaderno.

Y el día parece perfecto
para escribir
sobre nada.