Once upon a time in Memphis

INT. BB KING’S BLUES CLUB. NOCHE

El local de música jazz más célebre de Memphis. Luz tenue en la barra y la zona de las mesas: toda la atención recae sobre el escenario, donde Rahsaan Patterson interpreta su particular fusión de jazz y gospel en compañía de su banda.

En una de las mesas más apartadas encontramos a SUA. Aunque su silla está de cara al escenario, no parece prestar ninguna atención a la banda. Frente a ella, un vaso semivacío de Bourbon y un cenicero a punto de colmarse. También un cuaderno de bolsillo y un bolígrafo.

Un cuerpo entra en cuadro y nos tapa momentáneamente la línea de visión: el JOVEN lleva una camiseta a rayas horizontales y unos pantalones oscuros de pana.

JOVEN (off)
Sólo un tonto enamorado entraría aquí,
¿verdad?

SUA se levanta de pronto, rebosante de alegría. Ella y el joven, que no es otro que PABLO, se funden en un abrazo.

PABLO se sienta en la silla frente a Sua; Patterson y su banda quedan a su espalda. Le vemos ahora el rostro: veinticinco años, cabello corto y algo desaliñado, barba de varios días, ojos cansados y de alguna forma sumidos en una ensoñación ajena a todo cuanto le rodea. Su voz apenas registra cambios de tono, lo que le confiere una propiedad indiferente, relajante.

SUA
(a lo Humphrey Bogart)
“De todos los tugurios de todas las
ciudades de todo el mundo…”

PABLO
…tuve que entrar en el tuyo, sí.

SUA
Nunca te das por vencido, mamón.

PABLO
Estoy doctorado en no cansarme. Y en no
casarme. ¿Cómo va ese libro de relatos?

SUA
(resopla; mira por un instante al cuaderno)
No hay forma. Sabes, tengo la sensación de que
esto es una puta estafa.

PABLO
¿Te refieres a tu obra?

SUA
Me refiero a todo. Dime de qué sirven una
mansión en Knoxville y un jet privado si nadie
me abraza por las noches.

Una fina sonrisa se dibuja en el rostro de PABLO…

PABLO
¿He oído bien?

SUA
Con la edad aceptas ciertas derrotas;
es inevitable.
(pausa; bebe de su Bourbon)
¿Te gustó mi reseña?

PABLO
Podrías haberlo hecho mejor. Hay críticos
que me la han chupado con menos descaro.

SUA
Pablo, ese es el poemario. Te dije que
algún día lo conseguirías.


PABLO
Ya veo que siempre aciertas.

SUA
Estoy doctorada en ello.

Se miran unos segundos en silencio. Detrás de Pablo, Patterson y compañía terminan la canción y el público les despide con un caluroso aplauso. Sube al escenario LARS, en frac y corbata: un atuendo nada apropiado para su enjuta figura. Se coloca ante el micrófono.

LARS
(en inglés, subtitulado)
Rahsaan Patterson, damas y caballeros. Si
esta es su primera noche en el BBK, han de saber
que aquí el blues nunca muere. Hubo una
maravillosa época llamada años 50; a la vuelta de
esta misma esquina, Elvis Presley y Johnny Cash
desenfundaban sus púas sin imaginar que la leyenda
les aguardaba…

SUA
(a PABLO)
A este tío nunca le entiendo. Es más blanco
que la cal, pero le chifla la música de negros.

PABLO
¿Cómo acabó de MC?

SUA
Es una especie de honoris causa. Se puede decir
que compró el local cuando escribió el guión de
Memphis, my love. Jodido vendido…

LARS
…el tiempo pasa, como todo debe pasar, pero
aquí en el BBK procuramos que no sea así. Las
leyendas siguen entrando y saliendo, entrando y
saliendo por la misma puerta que ustedes acaban
de cruzar. Y si no me creen, échenle un vistazo
a esa mesa.

… un enorme foco apunta directamente a la mesa de PABLO y SUA, que no pueden evitar taparse el rostro por un instante, visiblemente incómodos.

LARS
Vaya, vaya, vaya, ¿pero quién tenemos aquí?
¡Nada más y nada menos que a la señorita
Sua Miller y al señor Paul Nash! ¡Un fuerte
aplauso para nuestros hombres de letras!

El público reconoce a ambos artistas; el aplauso, acompañado de algunos silbidos, no se hace de esperar. PABLO sonríe y saluda a LARS, que le devuelve el gesto llevándose una mano al corazón.

LARS
Eh, ¿sabéis qué? Llamadme plasta, pero algún
día encontraré la forma de meteros en algún
guión infumable de los míos. Y seréis aún más
más guapos, más famosos y más encantadores.
¡Gracias por venir!

PABLO y SUA se miran disimuladamente.

SUA
Inútil.

PABLO
Y que lo digas.

Los dos beben de su vaso. Un nuevo grupo entra en escena: esta vez esa la Robert Crazy Band: los acordes de “playin’ with friends” inundan el abarrotado local.

CORTE A NEGRO.

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