"El vacío es terrible"


Y la página en blanco, un desafío.


El exceso es destructivo; la calma chica, angustiosa.


La tristeza es opresora; la felicidad, una utopía.


La ignorancia es mortal; el exceso de saber, un peso plomizo.


Ray Bradbury escribió: “¿qué piensa usted del mundo? Usted, prisma, mide la luz del mundo; ardiente, la luz le pasa por la mente para arrojar en papel blanco una lectura espectroscópica diferente de todas las demás.”

Y continuó: “Que el mundo arda a través de usted. Proyecte en el papel la luz rojo vivo del prisma. Haga su propia lectura espectroscópica.”

Cuando pienso en Estefanía, algo provoca que su cabello oscuro sea lo primero que me viene a la cabeza. Si cualquier otra persona trata de evocarla, ese cabello negro aparecerá con una distinta imagen. Y cargado de un significado distinto.

El cabello negro de Estefanía se dejaba acariciar por mis dedos la noche en que peor nos sentimos en toda nuestra vida. Una noche en la que muchas cosas debieron ser y ninguna fue. Más tarde me acompañó a la estación. Pisábamos en silencio los residuos del ya fallecido 31 de Diciembre. El cielo de año nuevo tenía el mismo gris ingrato de otras tantas vísperas. No hubo abrazos, ni cálidas despedidas.

Mas yo quise besar ese cabello negro una vez más. Lo hice tímidamente, porque en el momento en que uno besa con pasión está reclamando para sí alguna parte de un cuerpo ajeno.

Estefanía y todas sus sílabas interminables significan muchas cosas, pero en especial la que tiene por motivo esta introducción. Ella cometió el error de sugerir que el abajo firmante creara un blog. Semejante imprudencia traerá consigo graves secuelas psicológicas para el mismo.

No le importa gran cosa: siempre podrá acordarse de aquella suave, distante cabellera negra.

1 comentario:

e g f c dijo...

a lo mejor es algo bonito lo que has escrito

pero tendría que ser algo más que sólo bonito para que siguiera leyéndolo miles de veces sin cansarme

sin, sobre todo, sacarle miles, también, de pequeñísimos fallos

creo, pues, que no has escrito algo bonito

incluso, creo, pues, que no has escrito algo

no

te has parado unos segundos de tu vida para volverme a tocar