The Dark Side of London


0:27 A.M.

Dice que le quites las manos de encima, hands off. ¿No le ves el dedo? Casado. Married, sí. Sergio, ¿a cuánto está el privado aquí? Dicen que a cincuenta libras, como para pensárselo. ¿Con cuál te quedas? Voy por la portorriqueña esa de la barra. Para el carro, ¿sabes que no las puedes tocar? A mí con que me calienten un poco me vale. Oídme, muchachos, el armario ropero de la entrada dice que conoce damas de compañía, pero no trabajan en locales. ¿Cómo está eso, Carlos? Ya me has oído. ¿Putas, dices? Y de postín, tú. Pregúntale si pueden traerlas a la habitación del hotel, ¿se puede eso? Vaya, eso está hecho, pero primero vámonos para Covent Garden, que si vamos a agenciarnos un felpudo británico, prefiero que me salga gratis.

1:38 A.M.

Te digo que nos han mirado nada más entrar. ¿Cómo que qué nariz tan fea? Coño, Albert, ni que te la quisieras follar por la napia. Además, las pichurrinas éstas se mueren por la carne mediterránea, y si no, al tiempo. Y Carlos, ¿dónde se ha metido? Ya sale del lavabo, ya. No os imagináis lo que me ha pasado ahí dentro. ¿El qué? Pues yo termino de mear, ¿vale? Y cuando me voy a lavar las manos, un tipo me suelta jabón, me da una servilleta, me saca una colección de perfumes y me dice que me eche la que quiera. Qué de puta madre, ¿no? Y cuando le doy las gracias, me dice: that’ll be one pound. ¿Una libra te ha pedido? Ahí tienes, los hijos de la gran bretaña te chupan la sangre hasta para mear. ¿Sabéis lo que os digo? Que ahí os quedáis, yo voy a atacar a la preciosidad rubia esa de ahí. ¿Vienes, Albert? A éste lo vamos a tener que arrastrar entre todos para que se decida. Albert, enróllate, hombre, sólo llevas dos meses de casado. Es ahora o nunca. ¿Cómo que te vuelves al hotel? Si te sales ahora se te va a echar encima una horda de promotores a la caza de bolsillos turistas. ¿Se queda? Se queda. ¿Otra pinta, no? Otra, otra. ¿Jugamos? Venga.

3:22 A.M.

Aguántale bien la cabeza… ¿quién te manda comprarle maría al jamaicano ese? No era jamaicano, era… ¿alguien lo ha visto? Qué mas da, seguro que le ha vendido té en vez de hierba. Llevémoslo a la parada de autobús. Y un cuerno, Albert lo que necesita ahora es un taxi. ¿Cómo dices, Albert? No, deja de decir gilipolleces, no eres ningún desgraciado, querías pasar un buen rato y ya está, estás de vacaciones. ¿Alguien me explica lo que ha pasado? Pues que el flojucho éste tiene más remordimientos que un monje, eso pasa. Albert, ¿me oyes? Te has intentado cepillar a una inglesa estando casado, no pasa nada, aún eres joven, si es que has sido joven alguna vez. El problema ahora va a ser meterlo en el taxi, con lo que pesa el hombre. Que haga un esfuerzo… sí, joder, rema, gordinflón, libera a Willy de una vez y métete en el taxi, queremos follar de una puta vez.

4:54 A.M.

Mira, Keeley… Keeley me has dicho que te llamabas, ¿no? Ese de ahí, el que está sobado, es Albert, my friend. Se casó hace dos meses y será padre dentro de uno. Sergio, el que está con tu amiga, es de Sevilla. Dice que quiere montar una inmobiliaria, es la hostia. ¿Y yo? Yo soy artista, sweetie. Te inmortalizaré en mis cuadros, y te colgarán en la sala 20 de la National Gallery. Si me lo haces bien te llevo hasta al Louvre, qué leches. Nah, en verdad soy un tipo normal, Keaty. Más bien mediocre. No tengo pasado, y menos futuro. Pero me gustaría olvidarme de ello por una noche. London night… delicious. Las inglesas sois delicious. No me lo quites todavía. Ah, ¿decías esto? Sí, yo también estoy casado. Pero no me importaría casarme contigo durante los próximos veinte minutos. Quítamelo. ¿Cómo te llamabas, darling? Estás haciendo que esto parezca un sueño. Con cuidado...

3 comentarios:

Déägol dijo...

¿Demasiados remordimientos? El remordimiento casi siempre es acorde a la magnitud del hecho del que nos arrepentimos, determinado por nuestra propia moral.

Ilitia dijo...

Sigo pensando que representas estupendamente los dialogos y las sensaciones humanas. Y en éste caso la vulgaridad llevada con gracia. ¡Qué pintoresca la noche londinense! parece que no vaya a apagarse su luminoso rojo y decadente.

nunca contentos dijo...

Gorgeous!!!!!!!!