Suavemente la espío.
El coraje se extingue
tras rastro húmedo de estío.
Recuento sus pisares
sin hacer ruido; mezo
el remo sordo del sigilo.
No agoniza su brillo:
está anclado en sonetos,
durmiendo en desvanes. Cobijo
para muescas vanas, son
luciérnagas en llagas.
Suspira y presiente mi ruido;
"¿Tanto vale un naufragio?"
Cuestión que agita el aire:
sin palabras, torna el suplicio.
Aún perdido ruego
por un encuentro, mientras
resbalan todos mis sonidos.
El coraje se extingue
tras rastro húmedo de estío.
Recuento sus pisares
sin hacer ruido; mezo
el remo sordo del sigilo.
No agoniza su brillo:
está anclado en sonetos,
durmiendo en desvanes. Cobijo
para muescas vanas, son
luciérnagas en llagas.
Suspira y presiente mi ruido;
"¿Tanto vale un naufragio?"
Cuestión que agita el aire:
sin palabras, torna el suplicio.
Aún perdido ruego
por un encuentro, mientras
resbalan todos mis sonidos.
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