Nos gusta que balanceéis los hilos como se os ha pedido. Nos cosquillea veros quietas, vigilantes, dejando gotear un delicado olor a opio... y que después nos llevéis a vuestro terreno para que hagamos las veces de postre. Soñamos con una alegre asfixia entre brazos furtivos y pegajosos.
Nos encanta que sirváis la mesa con una mano y escondáis el puñal con la otra. Que hagáis de la mirada un aperitivo, de la voz una trampa y del mordisco un arte. Pero sobretodo, nos encanta que sigáis sonriendo aunque os hayáis llevado nuestras entrañas de trofeo.
Podríamos saber que bajo la coraza se esconde un monstruo... y seguir babeando por lo bien que os queda el vestido. De modo que cazadnos, masticadnos y digeridnos: cuando la víctima pide a gritos ser consumida no hay ningún crimen, sino un favor cumplido. Y por favor: que haya pronto un bis.
Nos encanta que sirváis la mesa con una mano y escondáis el puñal con la otra. Que hagáis de la mirada un aperitivo, de la voz una trampa y del mordisco un arte. Pero sobretodo, nos encanta que sigáis sonriendo aunque os hayáis llevado nuestras entrañas de trofeo.
Podríamos saber que bajo la coraza se esconde un monstruo... y seguir babeando por lo bien que os queda el vestido. De modo que cazadnos, masticadnos y digeridnos: cuando la víctima pide a gritos ser consumida no hay ningún crimen, sino un favor cumplido. Y por favor: que haya pronto un bis.
2 comentarios:
Fatal équilibre.
Sensuelle et noir.
En el fondo siempre nos gustaría tener a merced cuanto se nos antoje tener (o morder).
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